Una relación verdadera
Uno de los más grandes retos del ser humano es aprender a relacionarse. Todas las personas hemos sido creadas con la necesidad de comunicarnos y compartir con otros.
Por mucho que las personas se esfuercen en tener practicas antisociales, tienen una habilidad innata que Dios puso dentro porque el propósito de tu existir es poder relacionarte con Dios. A esta necesidad se le llama: oración. Que es conversar / hablar con Dios o devoción.
Aún siendo nuestra mayor necesidad hemos visto con el pasar de los tiempos y generaciones que no es una práctica fácil de construir porque para seres que están tan acostumbrados a la vida natural es difícil adaptarse a lo sobrenatural.
La palabra de Dios nos revela acerca de la naturaleza de pecado con la cual hemos sido concebidos que nos aleja del Padre, pero también se nos enseña que la forma correcta de alinear nuestra vida a la de Dios es andando por el Espíritu.
El libro de Gálatas en el capituló 5 verso 16 y 17 nos dice: “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais.”
Tienes que entender que tu carne no quiere buscar a Dios, pero dentro de ti hay un espíritu que necesita más y más de Él.
Ese momento en donde tu alarma suena para orar y decides postergar; es mucho más que dormir un poco. Ese momento en donde te dispones a leer la biblia y de repente viene la pesadez; es más que sentirte cansada o desanimada, es un mal hábito que estás construyendo y que poco a poco te aleja de caminar en relación con Dios y lo sobrenatural. Con el tiempo ya no pospones la alarma, sino las acciones correctas, disminuye tu tiempo con Dios y le das el poder a la carne a que dómine tus emociones y posteriormente tus decisiones.
La determinación de estar en comunión con Dios no la construyes por lo que otros te cuentan sino por la forma en cómo tú decides vivir cada día.
En una ocasión escuché esta frase:
“Si no te gusta la cosecha que estás teniendo, revisa la semilla que estas sembrando”
Si estas inconforme con tu vida tus relaciones y crees que todos tienen la culpa menos tu mismo: la sociedad, el alcalde,el presidente, las leyes, la familia, la iglesia, el líder y demás… y te has llenado de excusas para no vivir la vida como Dios la ha diseñado. Es tiempo de que te levantes a cambiar tu estilo de vida inconforme y empieces a conquistar las relaciones que quieres construir. Pero sobretodo que te levantes a desarrollar la relación que tiene el poder de transformar todo no solo a tu alrededor, sino también en ti, tu relación con Dios.
Levántate a orar, a leer la palabra, a escribir en tu diario, a intimar con tu Padre y te garantizo que todo será diferente.
Con cariño pastora Mila Julio
Comparte una parte de este texto en tus redes y juntas edifiquemos a más personas.
14 comentarios
Así es.. la batalla más fuerte es es gobernar nuestra propia carne para darle prioridad a nuestra relación con Dios , la cual es netamente espiritual . Bendiciones pastora
Amén así es mi bella pastora …una buena relación con Dios cambia todo!!!!
Poderosa palabra pastora Mila que Dios le continúe bendiciendo a usted y todo su familia.
Le doy gracias a Dios por su vida, porque con cada devocional edifica más mi vida.
Mil bendiciones
Como el respirar debería ser la oración en nuestras vidas, sin ella no podemos vivir en su presencia y ser guiandos, equipados, transformados a su imagen y semejanza. La calidad que yo le doy a mi Rey será la calidad manifestada de su presencia en mi vida y todo lo que me rodea
Bendecido día pastora Mila, gracias por su mensaje que nos inquieta y nos motiva a seguir cogidos de la mano del Todopoderoso, manantial de bendiciones